Un diez de mayo, Anita de nueve años y Pepe de seis destinaron sus pequeños ahorros para comprarle un regalo a doña Mary, su mamá. Era un frutero de madera conteniendo algunas frutas de la temporada envuelto en papel celofán transparente y adornado con un moño blanco. Cuando terminaron de arreglarlo, su papá llegó a casa y ellos salieron a su encuentro.
—Mira papá —exclamó la niña— le vamos a dar este regalo a mi mamá ¿crees que le guste?
El papá tomó con ambas manos el regalo y lo miró desde diferentes ángulos.
—Me parece que hicieron un magnífico trabajo hijos, estoy seguro que le gustará mucho.
El niño aplaudió de alegría mientras la niña sonreía satisfecha. El papá le entregó el regalo a Anita y ella se dirigió al comedor para colocarlo sobre la mesa. Él hombre tomó cariñosamente de los hombros a sus hijos y los invitó a que se sentaran.
—Quiero comentarles algo —les dijo— los felicito por esa muestra de cariño que le darán a su mamá, pienso que Dios está muy contento con ustedes. La Mamá es el reflejo de la imagen de Dios en la tierra.
Los niños sonrieron contentos.
—Ahora bien, pienso que a una mamá no solo debe festejársele el diez de mayo, sino que todos los días deben ser el día de la madre y les tengo una buena noticia: hay regalos que a diario le pueden dar a su mamá y que no cuestan dinero.
—¿Como cuáles? —preguntó el niño.
—Pues, por ejemplo, el cariño, el respeto, su colaboración en las tareas de la casa, su obediencia, el cumplimiento de sus deberes y en resumen, su buen comportamiento. No hay mayor pena moral para una madre que saber que su hija o hijo se porta mal.
—Yo si quiero darle esos regalos todos los días papá —exclamó la niña.
—¡Yo también! — secundó el niño.
—¡Perfecto! Estoy seguro que si es así, a ustedes siempre les irá bien en su vida.
En ese momento se escuchó abrir la cerradura de la puerta y entró doña Mary con tres bolsas con mandado. El papá miró a los niños, con un movimiento de su cabeza les hizo una señal y rápidamente los tres fueron a apoyarla a descargar sus bolsas. A Doña Mary le esperaba un gran regalo….todos los días del año.
Author: Fermín Felipe Olalde Balderas
Escritor, autor de los libros y de las reflexiones publicadas en este portal.

