Una frase que se le atribuye al empresario norteamericano Henry Ford dice: “Siempre tendrás la razón, si crees que puedes o no puedes, siempre tendrás la razón”
Esta frase refleja el poder del pensamiento y se aplica muy bien para la consecución de nuestros objetivos personales o para la solución de un problema, sin embargo, pienso que hay un recurso más poderoso que eso: El poder de la fe.
Es muy interesante leer en los evangelios que Jesús de Nazaret cuando hacía milagros utilizaba la frase: “Que se haga como lo has creído”.
Como dijo Él, si tuviéramos una fe al menos del tamaño de un granito de mostaza, le diríamos a ese problema o a esa necesidad “arráncate de raíz y lánzate al mar” y nos obedecería. Así de poderosa es la fe.
Luego entonces, la fe no solo consiste en creer, sino en confiar.
Hay una frase en el evangelio de San Marcos que me impactó mucho cuando la leí: “…y Jesús no podía obrar ahí algún milagro…” ¿Cómo dijo? ¿Que no podía? ¡Pero si para Dios no hay imposibles! Sin embargo, la respuesta está en el mismo evangelio: “…y se admiraba de la incredulidad de aquellas gentes…”. La conclusión es muy sencilla: sin confianza no hay milagro. Jesús no “pudo” hacer tantos milagros en Nazaret, no porque le faltara poder, sino porque no confiaban en Él. Para sus paisanos, Él era solo el hijo el carpintero.
Por ese motivo si tú hoy tienes una necesidad material, física, emocional o espiritual y quieres que Jesús obre un milagro, requiere que no solo creas sino que confíes en Él y tengas en cuenta el método que Él mismo estableció para hacer oración: “Cuando ustedes pidan algo, crean que ya se les ha concedido y se les concederá”.
Y si no se nos concede seguramente es porque hay una razón más poderosa que solo Dios sabe y que es para nuestro bien.
Author: Fermín Felipe Olalde Balderas
Escritor, autor de los libros y de las reflexiones publicadas en este portal.

