EL MAISTRO
Ese día el “maistro” pasó por mí en su camioneta. Habíamos acordado ir a comprar el material de construcción que le faltaba para concluir los trabajos en mi casa.Íbamos transitandoLeer más…
Reflexiones de Fermín Felipe Olalde Balderas
Ideas para ser y vivir mejor
Ese día el “maistro” pasó por mí en su camioneta. Habíamos acordado ir a comprar el material de construcción que le faltaba para concluir los trabajos en mi casa.Íbamos transitandoLeer más…
Un joven se vio envuelto en un problema legal fuerte y desgastante, sin embargo, tuvo una gran ventaja: su madre era abogada de profesión. —Tengo miedo mamá —le dijo elLeer más…
Había una vez un hombre que se caracterizaba por ayudar, de diferentes formas, a las personas, sin embargo, tenía un pequeño defecto: presumía sus buenas acciones.Cierta noche soñó que seLeer más…
Hace unos días leí un artículo titulado: “Los más grandes de todos los tiempos”. Vi que entre los escritores estaban: Dante Alighieri, Shakespeare y Miguel de Cervantes. Entre los pintores:Leer más…
Carlos y su esposa María estaban disfrutando sus alimentos cuando ella le platicó que pensaba acudir por la tarde a la cerrajería ya que necesitaban obtener una copia de laLeer más…
Esa mañana amaneció soleada y Juan salió a trabajar como todos los días. Nunca se imaginó que por la tarde llovería tan fuerte cuando iba de regreso a su casa.Leer más…
—“Cuando le dije al niño que Dios era su Padre, su rostro se transformó, se llenó de miedo —comentó en una reunión a la cual asistí, una persona que habíaLeer más…
Esa tarde llegué al parque Alameda, me senté en una banca a la sombra de un árbol, abrí un libro y empecé a leer.Pasaron caminando frente a mí una parejaLeer más…
—Quiero ir al baño —le dije a mi mamá una de esas noches airosas. —Pues ve —me respondió. —Es que tengo miedo. —¿De qué tienes miedo? —intervino mi papá. GuardéLeer más…
Yo vivía una vida normal en el siglo I d. C. en la región de Judea, pero un día empecé a sentir que se me caía la piel, era lepra.Leer más…
Contaba la Madre Teresa que un día llegaron a su congregación un grupo de jóvenes provenientes de diferentes países para sumarse a la noble causa de trabajar por los pobres,Leer más…
Un día iba caminando hacia mi trabajo cuando vi que en un puesto de revistas la primera página del periódico difundía la foto y la noticia de la liberación deLeer más…
Un diez de mayo, Anita de nueve años y Pepe de seis destinaron sus pequeños ahorros para comprarle un regalo a doña Mary, su mamá. Era un frutero de maderaLeer más…
—Oye hermano quiero pedirte un gran favor —exclamó Juan— ¿podrías prestarme quinientos pesos? Fíjate que tuve que hacer algunos pagos y me quedé sin dinero para subsistir en la semana.Leer más…
El día del accidente recuerdo haber escuchado un ruido estruendoso y visto cómo el parabrisas estallaba en mil pedazos, después escuché la sirena de la ambulancia y las voces deLeer más…
Un día yo caminaba por una de las calles de San Miguel de Allende cuando me encontré a un amigo que vive en esa ciudad. Platicamos un poco y meLeer más…
No puedo dejar de admirar la generosidad de la naturaleza. Nosotros solo le damos un poco de tierra, cariño y agua y ella nos regala una flor.Azucena es una deLeer más…
—¿Quieren que les muestre un fenómeno maravilloso? —preguntó mi maestra Carolina quien impartía las materias de Física y Química.Algunos alumnos asentimos con la cabeza, sonriendo, otros solo la miraban expectantes.—LancenLeer más…
Recuerdo que en mi infancia había un programa que se transmitía los domingos por la noche denominado “Domingos Herdez” el cual me generaba una profunda tristeza porque significaba que seLeer más…
Es viernes, ha pasado la hora nona y estoy de pie contemplándote desde lejos porque mi cobardía me impidió acercarme. Como siempre, las mujeres son las que demuestran el valorLeer más…
Era un Domingo de Ramos cuando yo estaba disfrutando de una rica nieve frente al Templo de Nuestra Señora de la Asunción, en el Barrio del Zapote, en Celaya. ElLeer más…
—Hijo, nunca dejes de hablar con Dios —me decía mi padre cuando yo era niño. —¿Y responde? —le pregunté. —¡Claro! Él siempre responde.Pero a esa edad yo esperaba que meLeer más…
—Buenas tardes, busco al señor Juan González. —A sus órdenes joven, soy yo —respondió el hombre de edad avanzada cuando abrió la puerta. —Mi nombre es Víctor y soy nietoLeer más…
—Mmmm…¡Está riquísima la salsa abue! —exclamó Celia.Ya se había hecho una tradición que en las reuniones familiares disfrutaran de una comida acompañada con una rica salsa roja especialidad de laLeer más…
El jardinero y su hijo llegaron temprano a trabajar en el jardín de la señora Gómez. Tenían que cortar el césped, podar dos árboles y quitarle las hojas secas aLeer más…
Yo era un simple muchacho israelita de doce años y ese día salí temprano de mi casa para pescar en el Mar de Galilea. Le prometí a mi madre queLeer más…
—¡Apúrale Mín que vamos a llegar tarde al juego! —gritó mi amigo Turín de diez años de edad, yo tenía doce.Habíamos esperado con ilusión ese día porque los jugadores delLeer más…