Una noche, mientras dormía, un hombre le pidió a Dios que le concediera hacer que su vida comenzara de nuevo.
—¿Por qué me pides eso? —le preguntó Dios.
—Porque he llegado a la conclusión —contestó el hombre— de que no he sabido vivir mi vida. No valoré a personas que se cruzaron en mi camino. Algunas se alejaron, otras murieron. He cometido errores, pecados, he tomado malas decisiones, he dañado a otros y he sufrido cosas que tal vez hubiera podido evitar.
Dios le regaló una sonrisa comprensiva y le dijo cariñosamente:
—Lo que me pides te lo he concedido cada día.
—¿A qué te refieres? —preguntó el hombre.
—Me refiero a que en el momento en que tú decidas, puedes cambiar, ser una persona mejor y eso equivale a nacer de nuevo. La clave está en el amor, así es que, no esperes más, valora y ama a la gente que te rodea. Aprende de tus errores y sigue adelante. Disfruta cada momento sin estancarte en el pasado o angustiarte por el futuro.
A la mañana siguiente el hombre despertó y vio el mundo diferente.
—Es cierto —se dijo a sí mismo— hoy he nacido de nuevo.
Author: Fermín Felipe Olalde Balderas
Escritor, autor de los libros y de las reflexiones publicadas en este portal.

