—Fíjate abuelita que llevo dos días que no he podido dormir —exclamó Laura.
—¿Ah sí? ¿Y eso por qué? —preguntó su abuela.
—Pues no lo sé. Me gustaría que me dieras un consejo para poder conciliar el sueño.
La señora de la tercera edad asintió con la cabeza y luego miró al piso, pensativa.
—Pues lo primero que te recomiendo es que trates de identificar la causa.
—Entonces ¿puede haber diferentes causas?
—Por supuesto, por ejemplo, si cenas mucho el alimento te llena de energía. Te recomiendo cenar ligero y dejar pasar dos horas antes de ir a acostarte.
Otra causa puede ser que tengas un pendiente o un problema que te preocupa y te la pases pensando en él. Si ese fuera el caso, te recomiendo que antes de dormir medites para tratar de poner tu mente en blanco
.
Ahora que, si ya estas acostada y te llega un pensamiento que no te deja en paz, puedes encender la luz, sustituir ese pensamiento por uno diferente, más agradable, por ejemplo, leer un poco, escuchar música, anotar una idea o ver un programa que te distraiga.
Dicen que no es recomendable ver las noticias antes de dormir, ya que la mayoría de ellas no son gratas.
Y otra causa pudiera física. Hay enfermedades en las cuales uno de sus síntomas es la falta de un descanso reparador. Para eso, es recomendable ir con un especialista.
—Tienes mucha razón abuelita.
—Sí hija, es muy usual que cuando uno tiene insomnio trata de resistirse a él, pero entre más quieres obligar a tu cuerpo a dormir, menos puedes dormir. Entonces lo mejor es darle tiempo al organismo, quedarse quieta en una posición cómoda y dejar que el sueño llegue solito.
—Pues agradezco mucho tus consejos abuelita.
—No tienes de que agradecer hija y nunca olvides que no hay mejor amiga del sueño que una conciencia tranquila.
Author: Fermín Felipe Olalde Balderas
Escritor, autor de los libros y de las reflexiones publicadas en este portal.

