Las 50 más recientes

LA BELLEZA ESTÁ EN EL AMOR JESÚS GARCÍA, EL HÉROE DE NACOZARI UNA NOCHE EN LA VIDA DE UN ESCRITOR COOPER UNA MARAVILLA DE LA CREACIÓN DÍA DE REYES UNA NAVIDAD INOLVIDABLE EL NIÑO DEL SHORT ROJO EL OFTALMÓLOGO DON FELIPE (23 ANIVERSARIO LUCTUOSO) UN ENCUENTRO INESPERADO EL HOMBRE DE LA GABARDINA NEGRA LAS CELULAS UNA MAÑANA DE SABADO VIVIR DEL ARTE JOSÉ Y EL NIÑO DEL LUNAR EN LA MEJILLA DON SANTIAGO NORMAS BÁSICAS PARA UNA BUENA CONVERSACIÓN JASIEL (Una historia de amor, valor y responsabilidad) ADONAI Y EL CARÁCTER DE EMMA UN LUNES CUALQUIERA ADONAI Y EL MISTERIO DE LAS PALABRAS EXTRAÑAS ENAMORADA DE CRISTO UN AMIGO INCONDICIONAL EL ESTILO DE DIOS LA CHICA DEL AVIÓN UNA MANCUERNA EXTRAORDINARIA LA LAVADORA ENAMORADO DE LA LECTURA DOÑA ANITA EL VIAJERO LA CULPA ¡LIBÉRATE! UNA GRAN MUESTRA DE AMOR LA JUNTA EL BARRIO DEL ZAPOTE, MI BARRIO EL SENCILLO MENSAJE DE JESÚS UNA LEYENDA MAYA TURÍN, MI GRAN AMIGO DEL ALMA CARTA DE LOS REYES MAGOS LA IMPORTANCIA DE AGRADECER UN MILAGRO DE NAVIDAD EL NIÑO TODOS NECESITAMOS DE TODOS SABER PEDIR DE REGRESO A CASA DON FELIPE EL BAR HUELLITAS EL DENARIO

Eres-tu-mama.png

—¿Eres tú Mamá? —pregunté sobresaltado mientras me incorporaba hasta quedar sentado en la cama.
—Sí hijo, soy yo ¿qué te sucede? ¿Por qué estás llorando?
—Es que…tuve…un…sueño…muy…feo. —contesté sollozando.

Ella se sentó en mi cama, pasó su brazo sobre mis hombros y me dijo:

—A ver, platícame ¿qué fue lo que soñaste?
—Soñé… que… te morías… y que… ya no estabas conmigo —contesté y volví a llorar.

Ella me abrazó, dejó que me desahogara y luego limpió mis lágrimas con sus dedos.

—Tranquilo, aquí estoy contigo mírame.

Me tranquilicé y en ese momento fui consciente de lo importante que es valorar la presencia de una madre, en vida.

—Hijo, quiero comentarte algo importante.

La miré atento a lo que me quería decir.

—Un día, sucederá, tendré que morir, pero no es algo malo es la ley de la vida. Todos, en algún momento regresaremos con Dios y cuando eso suceda me gustaría que recordaras tres cosas: Primero, siempre te amaré. Segundo, cuando yo regrese con Dios, tú podrás hablarme en cualquier momento y en cualquier lugar y yo te escucharé. Ya no sufriré, yo estaré muy bien e infinitamente feliz. Y tercero, ten la seguridad de que un día nos volveremos a ver ¿de acuerdo?

Asentí con la cabeza.

—Bien —dijo ella— pues ahora vete despabilando porque están por hablarte.
—¿Cómo? —Pregunté extrañado.

—¡Papá, papá! ¡Despierta! ¡Levántate! Debemos llegar temprano a la misa de aniversario de mi abue.

Fermín Felipe Olalde Balderas
Author: Fermín Felipe Olalde Balderas

Escritor, autor de los libros y de las reflexiones publicadas en este portal.

0 0 votos
Calificar la publicación
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios

Publicación relacionada

0
Quisiera conocer tu opinión, por favor comentax

Ingresar