—Fíjate abuela que en los últimos días he tenido un sueño recurrente.
— ¿Sí? A ver, cuéntame hijo ¿qué es lo que sueñas?
—En mi sueño me encuentro parado frente a un salón de baile con sus luces de neón y veo que está entrando mucha gente.
Entro yo también. Un pasillo me conduce directamente a una enorme pista de baile. Alrededor se encuentran mesas para dos o cuatro personas adornadas con flores y una pequeña lámpara en medio.
Empiezan a tocar un danzón: “Nereidas”…
—¡Oh! —Interrumpe mi abuela— Nereidas. Me encanta esa canción.
—Toda la gente se levanta a bailar. Se ve magnífico el espectáculo. Los hombres y mujeres visten trajes muy elegantes, no son de nuestra época. Me parece que corresponde a los años treinta o cuarenta.
Termina la canción y un reflector ilumina la figura de un hombre. Es alto y delgado, de piel blanca, usa un bigote angosto y bien recortado, su sombrero panamá tiene una pluma en la parte superior, su traje es holgado de color beige con una corbata ancha, roja. Su pantalón tiene pliegues en la cintura y termina en forma de tubo. Lo sujetan unos tirantes negros. Sus zapatos son de charol en negro y blanco.
De pronto, el hombre me mira, sonríe y me hace un guiño. La orquesta empieza a tocar otro danzón.
“¿Cómo se llama esa canción?”, le pregunto a uno de los meseros. “Norma la de Guadalajara”, responde.
Los dejan solos, a él y a su pareja, en el centro de la pista. Se me pone la piel chinita. Se escucha impresionante el sonido de las trompetas, los clarinetes y hasta el cencerro. La gente les aplaude. Bailan espectacular.
Termina la melodía y reciben una gran ovación, luego la gente invade la pista para bailar al ritmo de un nuevo danzón.
Intento acercarme a él pero el tumulto me lo impide. Alcanzo a ver que el hombre me busca con la mirada, por encima de la gente, pero ésta lo empuja hasta el fondo. Escucho que él me grita: “Dile que la amo y la amaré por siempre”. Siento un escalofrío. “¿A quién se refiere?”, me pregunto y luego despierto.
Mi abuela se queda en silencio. Veo que unas lágrimas resbalan por sus mejillas.
— ¿Qué pasa abuela? ¿Por qué lloras?
—Nada, espérame aquí, voy a traer algo —responde, se pone de pie y se dirige a su ropero limpiándose las lágrimas con un pañuelo.
Saca una pequeña caja de madera que contiene fotos antiguas y me muestra una.
—El hombre que viste en tu sueño, ¿es él?
Observo la foto. Es en blanco y negro. En ella hay cinco hombres vestidos con trajes de esa época. Él recarga su brazo en el hombro de uno de ellos.
—¡Sí, es él! No tengo la menor duda.
—Es tu abuelo.
—¿Mi abuelo? ¿Qué pasó con él?
—Le gustaba el baile y el licor. Un día salió de casa para ir con sus amigos, a bailar. Pero como era un hombre “de mecha corta”…
—¿Qué significa eso?
—Que a la menor provocación se enojaba y eso sucedió ese día en el baile, se enfrascó en una pelea en la que hubo varios muertos y lamentablemente uno de ellos fue él. Aún estaba muy joven.
—Oh, lo siento mucho abuela.
—No te preocupes hijo, eso ocurrió hace tantos años. Ni siquiera tu mamá alcanzó a conocerlo.
—Ya veo, ¿y cuál crees que sea la razón por la que lo estoy soñando con frecuencia?
—No lo sé —ella se queda pensando un momento— tal vez le pesa que no se haya podido despedir de mí o tal vez hijo, te está mandando un mensaje: siempre que salgas de tu casa despídete de tu familia, dile que la amas porque solo Dios sabe si regresarás.
Author: Fermín Felipe Olalde Balderas
Escritor, autor de los libros y de las reflexiones publicadas en este portal.


Muy bonito cuento de verdad me enternecio y me conmovió mucho es algo similar que en algún momento de mi vida me ha pasado felicidades!!!
Me alegra que te haya gustado compadrito. Agradezco que hayas leído esta publicación y te mando un abrazo muy afectuoso.
Que bonito cuento Fer!! A nuestra mamá le gustaba bailar danzón. Saludos y Dios compañe!! 🤗🙏🙏🙏👍🙋
Qué bueno que te gustó Meme, no sabía que a ella le gustaba bailar danzón. Gracias por este dato. Te mando un abrazo cariñoso y muchas bendiciones para tu familia.
Que hermoso sueño Fer . Que bonita manera de promover la lectura. Saludos y bendiciones.
Me alegra que ye haya gustado apreciable Ceci. Recibe un abrazo muy cariñoso. Bendiciones.