EL SENCILLO MENSAJE DE JESÚS

Desde tiempo inmemorial, la humanidad hemos caído en la tentación de hacer complejo lo que es sencillo.

Cuando Dios entregó a Moisés las tablas de la ley, éstas contenían solo diez mandamientos, sin embargo, los hombres le fueron aumentando al grado de que cuando Jesús llegó a este mundo había más de seiscientas disposiciones o preceptos, muchas de ellas fruto de la tradición.

Jesús dijo que Él no venía a abolir la ley, sino a cumplirla, entonces, echó abajo muchas de esas disposiciones y nos dejó el mensaje trascendental.

A continuación, te comparto cuatro ideas de lo que considero que contiene el sencillo mensaje de Jesús.

1. Dios es nuestro Padre.

Jesús dejó bien claro cuál es la verdadera relación entre Dios y nosotros: Es nuestro Padre.

Utilizó la palabra aramea: Abbá, que significa “Padre” pero con una expresión de amor, confianza y cariño. Es como decir hoy en día: “Papá”

Dios es nuestro creador, proveedor y protector.

2. Dios nos ama.

Una imagen equivocada de Dios es la de un Ser colérico, vengativo, castigador.
Jesús reveló que Dios es amor.

¿Quién es la persona que más te ama o te amó en tu vida? ¿Tu mamá, tu papá, un abuelito o abuelita, tu pareja o un amigo? Bueno, pues imagina ese amor, pero potencializado hasta el infinito.

Dios te ama, así como eres, con ese carácter que tienes, con tus defectos y virtudes, con tus sueños y esperanzas.

Él no te critica ni te juzga. Si hay algo que tienes que mejorar, Él te lo hace saber a través de tu inteligencia para que ejerzas tu voluntad.

Conoce tu historia, lo que has sufrido, sabe lo que piensas, lo que sientes, lo que necesitas y siempre está al pendiente de ti acompañándote en esta aventura que se llama vida, aunque tu no lo creas, no lo quieras o no lo entiendas.

El amor que Dios tiene por ti es tan inmenso que no es posible comprenderlo, solo sentirlo.

Y, ¿sabes qué es lo más maravilloso? Que Él se encuentra en ti.

3. Todos los seres humanos somos hermanos.

Derivado de la primera idea —Dios es nuestro padre— eso nos convierte a todos en hermanos.

Tus familiares, tus amigos y enemigos, conocidos y desconocidos, todos somos hermanos.

La actitud de hermano debiera ser de amor, de apoyo, de comprensión, pero es natural que también existan diferencias, pero siempre hay que tener en cuenta que la voluntad de nuestro Padre es que nos amemos unos a otros como Él nos ama.

4. Nuestra misión en esta vida es amar.

Cuando Jesús llegó a este mundo sintetizó los diez mandamientos en dos:

1. Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia, y con todas tus fuerzas, y…

2. Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Podría yo decir sin temor a equivocarme que toda nuestra razón de ser está enfocada en una sola palabra: “AMAR”.

Si alguna vez te has preguntado: “¿Cuándo se terminará en este mundo la injusticia o la violencia?” la respuesta es: Cuando estemos dispuestos a amar.

Si tú lo decides, puedes amar a todos: Personas, animales, a la naturaleza.

Ese es el sencillo mensaje de Jesús.