Las 50 más recientes

ROSAS BLANCAS ADONAI Y EL JONRONERO LA BELLEZA ESTÁ EN EL AMOR JESÚS GARCÍA, EL HÉROE DE NACOZARI UNA NOCHE EN LA VIDA DE UN ESCRITOR COOPER UNA MARAVILLA DE LA CREACIÓN DÍA DE REYES UNA NAVIDAD INOLVIDABLE EL NIÑO DEL SHORT ROJO EL OFTALMÓLOGO DON FELIPE (23 ANIVERSARIO LUCTUOSO) UN ENCUENTRO INESPERADO EL HOMBRE DE LA GABARDINA NEGRA LAS CELULAS UNA MAÑANA DE SABADO VIVIR DEL ARTE JOSÉ Y EL NIÑO DEL LUNAR EN LA MEJILLA DON SANTIAGO NORMAS BÁSICAS PARA UNA BUENA CONVERSACIÓN JASIEL (Una historia de amor, valor y responsabilidad) ADONAI Y EL CARÁCTER DE EMMA UN LUNES CUALQUIERA ADONAI Y EL MISTERIO DE LAS PALABRAS EXTRAÑAS ENAMORADA DE CRISTO UN AMIGO INCONDICIONAL EL ESTILO DE DIOS LA CHICA DEL AVIÓN UNA MANCUERNA EXTRAORDINARIA LA LAVADORA ENAMORADO DE LA LECTURA DOÑA ANITA EL VIAJERO LA CULPA ¡LIBÉRATE! UNA GRAN MUESTRA DE AMOR LA JUNTA EL BARRIO DEL ZAPOTE, MI BARRIO EL SENCILLO MENSAJE DE JESÚS UNA LEYENDA MAYA TURÍN, MI GRAN AMIGO DEL ALMA CARTA DE LOS REYES MAGOS LA IMPORTANCIA DE AGRADECER UN MILAGRO DE NAVIDAD EL NIÑO TODOS NECESITAMOS DE TODOS SABER PEDIR DE REGRESO A CASA DON FELIPE EL BAR

Dona-Cuca.jpg

Hace unos días mi esposa y yo caminábamos por una de las calles de la ciudad cuando vi de lejos a una señora que me hizo recordar a Doña Cuca.

Era el inicio de los años setentas y yo tenía ocho años de edad; mi mejor amigo, Turín, vivía al lado de mi casa. En frente vivía Doña Cuca una mujer alta y fornida de unos cincuenta años de edad. Ella vendía cena por las noches: gorditas de maíz quebrado rellenas de barbacoa o picadillo, pambazos, enchiladas rojas y tacos dorados.

Cada noche ella salía de su casa y caminaba hasta la calle principal para vender la cena (nosotros vivíamos en una privada), sin embargo, debido a su complexión física se le dificultaba cargar sus cosas.

Una noche, Turín y yo nos ofrecimos para ayudarle. Cargamos una banca larga de madera y algunas sillas pequeñas, un gran comal, un brasero y todos los trastes e ingredientes que utilizaba para preparar sus alimentos. En los siguientes días lo seguimos haciendo por servicio, hasta que un día Doña Cuca nos dio una moneda de cobre de diez centavos la cual tenía en el frente la imagen de Don Benito Juárez.

Al recibir nuestro “pago” nos pusimos contentos y fuimos a comprar un bolillo con vinagre.

A partir de ese día, ayudarle a Doña Cuca se convirtió en el primer trabajo de mi vida y ella, mi primera jefa, siempre muy amable con nosotros, la recuerdo con mucho cariño.

En mi historia laboral sumé tres empresas en las que estuve trabajando. En la última —y más importante— acumulé más de treinta años de servicio, pero estoy seguro que no hubiera sido posible sin la vivencia de haber trabajado en ese, mi primer empleo, con Doña Cuca.

Fermín Felipe Olalde Balderas
Author: Fermín Felipe Olalde Balderas

Escritor, autor de los libros y de las reflexiones publicadas en este portal.

0 0 votos
Calificar la publicación
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Quisiera conocer tu opinión, por favor comentax

Ingresar