En la antigüedad —principalmente en la época medieval— hubo personas que destinaron gran parte de su vida buscando la manera de convertir los metales en oro, se les llamaba alquimistas.
Imagina que encuentras una fórmula para convertir un metal común en oro. Bueno, pues debes saber que tienes un poder más grande que ese: el de convertir el mal en bien.
Por ejemplo, si una persona te maldice, tienes el poder de bendecirla. Si una persona te odia, puedes amarla. Si alguien te tiene envidia, puedes tenerle paciencia y comprensión. Y si estas desanimado(a) y piensas que tu vida no tiene sentido, puedes convertirla a una vida alegre, llena de fe y esperanza.
¿Cómo hacerlo? No hay otra forma que teniendo un encuentro personal con Dios, eso, desde mi punto de vista, es una verdadera alquimia.
Author: Fermín Felipe Olalde Balderas
Escritor, autor de los libros y de las reflexiones publicadas en este portal.