Mi amigo Arturo y su esposa Bety iban en su automóvil por una de las avenidas de la ciudad cuando de repente ella vio que un animal atravesaba la calle. Era muy pequeño para ser un perro y no parecía gato. Detuvieron su vehículo en un lugar adecuado y acudieron a rescatarlo.
Cuando iban acercándose al animalito su esposa Bety tomó la pronta decisión de recogerlo ya que se dio cuenta que era una cría de tlacuache, el único marsupial mexicano cuya especie existe desde la época prehispánica.
Supuso que el animalito se había caído del lomo de la mamá ya que acostumbran cargar de esa forma a sus crías.
Bety se quitó su sweater y tomó con él al pequeño y asustado tlacuache. Ahora tenían que decidir qué hacer con él. Optaron por llevarlo a una veterinaria, lugar donde los asesoraron en la forma de alimentarlo y cuidarlo. Desde entonces se volvió parte de su familia.
Mi esposa y yo ya apreciábamos mucho a nuestros amigos Arturo y Bety pero cuando conocimos su historia creció nuestra admiración por ellos porque tal vez muchas personas hubiéramos seguido nuestro camino ignorando la situación en que se encontraba ese pequeño e indefenso ser, sin embargo, ellos, con su actuar, demostraron que existen historias positivas en el mundo, que existe gente con un alto nivel de conciencia y amor por la vida y eso es realmente inspirador.
Author: Fermín Felipe Olalde Balderas
Escritor, autor de los libros y de las reflexiones publicadas en este portal.


Un extraordinario escritor y excelente Ser Humano. Congruente, ecuánime, honesto, chambeador, etc.,etc.
Eres muy amable Cecy. Aprecio mucho el concepto que tienes de mí pero en la realidad tengo varias áreas de oportunidad que estoy trabajando por mejorar día con día. Agradezco mucho que hayas leído y comentado esta publicación y te mando un gran abrazo hasta la hermosa ciudad de Tala, Jal.