Contaba la Madre Teresa que un día llegaron a su congregación un grupo de jóvenes provenientes de diferentes países para sumarse a la noble causa de trabajar por los pobres, enfermos y moribundos de Calcuta. Ella les agradeció su disposición y el esfuerzo que hicieron al haber ido hasta la India, pero les dijo: “No tenían que haber venido hasta acá, si observan bien, hay un Calcuta en cada uno de sus países”. Con eso les dio a entender que había pobres, enfermos y moribundos por los cuales trabajar en sus lugares de origen.
Desde hace unos días he escuchado la preocupación de distintas personas por el conflicto que está ocurriendo entre los pueblos palestino e israelí y nos podríamos preguntar ¿cómo podríamos contribuir para que esos países tengan paz? Una respuesta sería: orando. Si viviera la Madre Teresa nos respondería que todos tenemos cerca un Palestina o Israel, es decir, ¿Con quién(es) no estoy en paz ahora mismo? ¿Tengo conflicto con algún familiar cercano o lejano? ¿Tal vez con mi vecino o algún compañero de trabajo?
Pienso que cada uno podemos contribuir a la paz desde nuestro propio ámbito, renunciando a todos aquellos sentimientos de rencor, deseo de venganza o cualquier otro contrario al amor, vencer nuestro orgullo y trabajar por la paz empezando desde la familia y luego ampliando el alcance a otros ámbitos de la sociedad. Estoy seguro que si toda la gente hiciéramos ese esfuerzo, el efecto llegaría hasta el ámbito internacional.
Author: Fermín Felipe Olalde Balderas
Escritor, autor de los libros y de las reflexiones publicadas en este portal.

