Las 50 más recientes

ROSAS BLANCAS ADONAI Y EL JONRONERO LA BELLEZA ESTÁ EN EL AMOR JESÚS GARCÍA, EL HÉROE DE NACOZARI UNA NOCHE EN LA VIDA DE UN ESCRITOR COOPER UNA MARAVILLA DE LA CREACIÓN DÍA DE REYES UNA NAVIDAD INOLVIDABLE EL NIÑO DEL SHORT ROJO EL OFTALMÓLOGO DON FELIPE (23 ANIVERSARIO LUCTUOSO) UN ENCUENTRO INESPERADO EL HOMBRE DE LA GABARDINA NEGRA LAS CELULAS UNA MAÑANA DE SABADO VIVIR DEL ARTE JOSÉ Y EL NIÑO DEL LUNAR EN LA MEJILLA DON SANTIAGO NORMAS BÁSICAS PARA UNA BUENA CONVERSACIÓN JASIEL (Una historia de amor, valor y responsabilidad) ADONAI Y EL CARÁCTER DE EMMA UN LUNES CUALQUIERA ADONAI Y EL MISTERIO DE LAS PALABRAS EXTRAÑAS ENAMORADA DE CRISTO UN AMIGO INCONDICIONAL EL ESTILO DE DIOS LA CHICA DEL AVIÓN UNA MANCUERNA EXTRAORDINARIA LA LAVADORA ENAMORADO DE LA LECTURA DOÑA ANITA EL VIAJERO LA CULPA ¡LIBÉRATE! UNA GRAN MUESTRA DE AMOR LA JUNTA EL BARRIO DEL ZAPOTE, MI BARRIO EL SENCILLO MENSAJE DE JESÚS UNA LEYENDA MAYA TURÍN, MI GRAN AMIGO DEL ALMA CARTA DE LOS REYES MAGOS LA IMPORTANCIA DE AGRADECER UN MILAGRO DE NAVIDAD EL NIÑO TODOS NECESITAMOS DE TODOS SABER PEDIR DE REGRESO A CASA DON FELIPE EL BAR

nimo-no-tengas-miedo.png

Hace unos años estaba atravesando por un problema bastante fuerte y no podía dormir por la preocupación, pero luego caí en un profundo sueño.

De pronto me encontré sentado en una barca junto a un grupo de hombres con aspecto de pescadores, en la noche, en medio del mar. La barca era azotada fuertemente por las olas ya que el viento era contrario. Por alguna razón yo sabía que ese mar enfurecido representaba los problemas que las personas sufrimos en la vida. Yo me sujetaba fuertemente de la barca, pero estaba asustado. Me sentía culpable al pensar que lo que me estaba pasando era lo que yo merecía por mis malas acciones.

De pronto, vi a lo lejos una figura que venía caminando sobre el mar. Me dio miedo y creo que a los demás también porque empezamos a gritar, creímos que era un fantasma.

Cuando estaba a pocos metros de distancia pude distinguirlo, era Jesús de Nazaret y escuché su voz que decía: “Ánimo, no tengan miedo Soy Yo”. Luego, uno de ellos al que llamaban Pedro exclamó: “Señor, si eres Tú, mándame ir hacia Ti sobre las aguas”. “Imposible”, Pensé. Sorpresivamente el Maestro le dijo: “Ven”. Me quedé asombrado. Pedro de inmediato saltó de la barca y empezó a caminar.

En ese momento, aprendí que si vamos al encuentro de Jesús también nosotros podemos caminar, sin hundirnos, por este mar de tentaciones y adversidades. pero, así como el mar y el viento estaban enfurecidos e imponían miedo, así también el camino hacia Jesús no es fácil y nos genera temor, como le pasó a Pedro que empezó a hundirse y gritó: “Señor, sálvame”. De inmediato Jesús extendió su mano, le cogió y le dijo: “Hombre de poca fe ¿Por qué has titubeado?” En ese momento el Maestro dirigió su mirada hacia mí. Me sentí aludido. Sentí que ese reproche también iba para mí porque ante mi adversidad he tenido miedo.

Cuando Pedro se sujetó del Maestro, volvió a caminar sobre las aguas y sentí una gran alegría cuando llegaron a nosotros. Me tumbé de espaldas en la barca y miré al cielo dando un suspiro de alivio.

Cuando me incorporé ya solo nos encontrábamos el Maestro y yo. Él le ordenó al viento y al mar que se calmaran y éstos le obedecieron. Me quedé impresionado por ello. Luego volteó a verme, me regaló una gran sonrisa y yo me arrojé a sus pies y le dije: “Perdóname por haber dudado”. Él se agachó, me ayudó a levantar y me dio un abrazo con tanto amor que no pude evitar derramar mis lágrimas.

—No tengas miedo —me dijo— esto que estás sufriendo pronto pasará. Ya verás que todo estará bien.

Le creí y me sentí tan tranquilo en sus brazos que cerré los ojos.

Cuando desperté vi cómo la claridad del sol entraba por la ventana de mi habitación. Me levanté de la cama y salí al patio. El día se veía diferente. Aunque yo aún tenía un problema por resolver, sentía una paz indescriptible, confiado en que Él me había dicho la verdad, porque Él es la Verdad.

Si tú estas pasando por alguna adversidad, te recomiendo ir al encuentro de Jesús en el entendido de que no significa que se acabarán tus problemas, pero sí, que tendrás la fortaleza para afrontarlos junto a Él.

Fermín Felipe Olalde Balderas
Author: Fermín Felipe Olalde Balderas

Escritor, autor de los libros y de las reflexiones publicadas en este portal.

0 0 votos
Calificar la publicación
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios

Publicación relacionada

0
Quisiera conocer tu opinión, por favor comentax

Ingresar