Tendría yo unos ocho años de edad cuando mi papá me llevó a Comonfort, ciudad donde él nació.
Entramos a una casa rústica en cuyo patio sembraban maíz y algunas hortalizas. Además, tenían dos árboles de aguacate.
Cuando llegó la hora de comer, una señora se puso a “echar las tortillas”, arrancamos del árbol unos aguacates, tomamos de las plantas: jitomate, cebolla y chile y quedó grabado en mi recuerdo una de las comidas más sabrosas que he probado.
—“¿Sabes por qué la gente de antes no se enfermaba tanto como ahora? —me preguntó un amigo que es médico especialista en gastroenterología. Tiene que ver mucho la forma de alimentación, la mayoría de nuestros antepasados comía productos naturales. En sus hábitos de consumo no dependían tanto de frituras ni bebidas y alimentos industrializados”.
Hoy en día, cuando uno es adulto y empieza a batallar con ciertas enfermedades, el médico suele sugerirnos evitar consumir cosas como el refresco, exceso de grasa o productos industrializados y a veces nos duele hacer cambios en nuestra forma de alimentación, pero si supiéramos que el consumo de los productos naturales era y sigue siendo la clave para vivir mejor, con gusto nos adaptaríamos.
Como decía George Harrison: “Todo está en tu mente”.
Author: Fermín Felipe Olalde Balderas
Escritor, autor de los libros y de las reflexiones publicadas en este portal.

